Aventura en el que un espía investiga la desaparición de un científico que descubrió la capacidad de crear oro en África. Resulta increíble cómo la cámara elástica de Franco y el tono abiertamente erótico de su mirada pueden hacer fascinantes una historia delirante y un presupuesto inexistente. Si además podemos disfrutar de Soledad Miranda y de una banda sonora funky, está todo dicho.