Western en el que un mayordomo negro de una acaudalada familia espera la muerte de un patriarca para recibir su herencia en el sudoeste de los Estados Unidos en 1878. El paisaje humano que pinta Fassbinder del oeste americano no puede ser más grotesco: prostitutas, ninfómanas, homosexuales, retardados, corruptos, torturadores, racistas e intolerantes. De hecho el mulato es el personaje más centrado. La resolución guarda una explosión de violencia tan parsimoniosa y ceremonial como el resto de la película.