Psycho thriller en el que una adolescente de 16 años del estado de Georgia llega sola a Los Angeles para probar suerte como modelo. Durante buena parte de la película no hay una amenaza concreta contra la protagonista, más allá de la inquietante presencia del manager del hotel (Keanu Reeves) donde se hospeda y de la misteriosa aparición de un puma en su habitación. Allí es donde Refn muestra sus mejores virtudes como director de actrices y compositor de imágenes deslumbrantes. La primera hora es brillante. Incluso la película se acerca al delicado tema de la belleza y el reconocimiento de la belleza, en la escena del restaurant cuando la joven sale con su amigo y se encuentra con uno de sus fotógrafos acompañado por dos modelos. Pero en determinado punto la película efectúa un viraje hacia el horror que no puede más que remitir a Mulholland Dr. (2001). David Lynch podría ser la referencia de la segunda parte del film, pero Winding Refn siempre se queda en las superficies. El grado de estilización le impide llegar al surrealismo. También podría entrar en el terreno del giallo americano de Brian De Palma, pero todavía carece el desenfado y el conocimiento de los mecanismos del thriller del director de Femme Fatale (2002). El arrebato final de vampirismo y canibalismo sólo queda como una coda semi irónica.