Only God Forgives (2013)

Drama criminal en el que narcotraficante americano busca venganza por el asesinato de su hermano en Bangkok. Luego del reconocimiento obtenido por Drive (2011), Nicolas Winding Refn se muda a Tailandia con Ryan Gosling para hacer una película que dividió aguas desde el mismo momento de su estreno en el festival de Cannes de 2013. La mezcla de estilización y violencia está tan ritualizada que las coordenadas genéricas se pierden en una pesadilla de colores rojos, amarillos y azules. Los bares, las calles de noche y los pasillos de los hoteles forman parte del mismo paisaje infernal. Gosling pronuncia menos palabras aún que en Drive y su personaje deambula por el cuadro mitad modelo mitad voyeur. Hay boxeadores, artes marciales, mafiosos, policías corruptos, sicarios, delincuentes y prostitutas, pero ningún personaje es más duro que la madre del protagonista (una irreconocible Kristin Scott Thomas). El film logra incluso que su muerte sea una más en el baño de sangre y que su cuerpo quede petrificado con el fondo de un ventanal que marca el pasaje del día a la noche. Más cerca de Gaspar Noé que de Aronofsky esta vez, Refn se confirma como uno de los más extremos estilistas del cine contemporáneo.