The Bonfire of Vanities (1990)

Comedia negra en la que un pequeño accidente que se convierte en un acontecimiento social en New York. Por el film se pasean millonarios aburridos, periodistas alcohólicos, sacerdotes chantas, abogados y políticos, pero De Palma no tiene intenciones de crítica facilista, sino que sabe jugar en el terreno que más le conviene. Destacar en ese sentido, la resolución acorde al ambiente que describe. Los problemas de la película vienen del hecho que al dividirse la trama en las historias paralelas del periodista y del millonario todo es muy superficial y de que, a fin de cuentas, no es tan políticamente incorrecta como aparenta: el juez es incorruptible y la culpable es atrapada.