Madame Sans-Gêne (1945)

Comedia en la que una lavandera se convierte en duquesa en Francia de 1792 a 1813. Adaptación de la obra teatral de Victorien Sardou y Émile Moreau inspirada en la vida de Catherine Hubscher. El papel es ideal para el lucimiento de Niní Marshall. A diferencia de Carmen (1943) la historia no necesita ningún giro fantasioso. La película hace un gran trabajo de reconstrucción de época y despliegue de extras. Pero una vez que arriba al tercer acto, con la intriga palaciega y la presencia de Napoleón, se estanca en un humor torpe y reiterativo indefectiblemente.