L’eclisse (1962)

Drama en el que una joven se pelea con su novio y conoce a un joven corredor de bolsa en Roma. Pese a un comienzo un poco parsimonioso y unas escenas en la bolsa que poco aportan, Antonioni no tarda en encontrar el ritmo, con las escenas de calles vacías y con su habilidad para filmar el silencio como nadie. Los cortes y las elipsis temporales llaman la atención si la comparamos con La notte (1961). La resolución se desentiende de los personajes y deja abierta múltiples interpretaciones. Antonioni ni siquiera tiene que mostrar el eclipse (sino un farol de la calle) porque todo el film transcurre en el momento de transición en que se encuentra la protagonista.

L’eclisse es un film extraño, más abstracto y críptico que los anteriores de Antonioni. Pese a que comparte las mismas fugas y digresiones narrativas de L’avventura (1960) y La notte tarda aún más en presentar el núcleo dramático. Y cuando lo hace, se encarga de defraudar todas las expectativas narrativas con una resolución en la cual los personajes desaparecen, el escenario urbano se vacía, pero el montaje, los travellings y los encuadres vuelven a explorar el paisaje y el tiempo, ahora sin la presencia de la pareja. Si en un principio los personajes parecen tener muy poco en común, de a poco empiezan a congeniar y se da una historia de amor pudorosa pero dulce. Sin embrago ambos saben que no puede durar. Predominan las fugas visuales narrativas con un valor enigmático (la protagonista se queda mirando los postes de la plaza en la noche, las nubes en el aeroparque luego del paseo que da con su amiga en una avioneta, la vista desde el balcón en el departamento de él). Hay un travelling y un montaje al principio del film, en el momento de la separación de su novio, con la cámara ubicada encima de la cabeza de los actores que da la idea de eclipse. Pero es un la resolución en donde el título adquiere toda su dimensión. Sin perder la continuidad narrativa de la historia, ya que es posible ninguno de los dos acuda al lugar de la cita, Antonioni logra expresar los sentimientos y las emociones sin necesidad de los actores.