Cuento fantástico en el que un poeta pinta una boca que cobra vida que le permite entrar en un mundo paralelo. Las imágenes de Jean Cocteau logran transmitir la fragilidad e la inquietud de toda búsqueda poética. Después, la interpretación de los símbolos y los episodios es azarosa. Ya en su ópera prima, Cocteau muestra su afición por los efectos especiales artesanales, los espejos, los pasajes y la muerte, elementos que serán la marca registrada de su filmografía.