La fille coupée en deux (2007)

Thriller en el que una conductora de un programa de televisión se ve dividida entre dos hombres en Lyon. El film es uno de los mejores trabajos de Claude Chabrol de su última etapa. Puede conjugar varias de las vertientes de su cine: la trama policial simple y directa, la caricatura de la burguesía, una historia de amour fou y las relaciones obsesivas. Chabrol utiliza la fotografía muy luminosa, el apoyo de los actores secundarios, los diálogos y unas elipsis visuales muy marcadas para hacer otra crónica negra. Esta vez también logra insertar subterráneamente el humor negro (muy presente en sus últimas películas) y la perversión infinita de los tres personajes principales. Tal vez la relación de la protagonista con el joven heredero está mejor llevada que la obsesión con el escritor mayor. Ludivine Sagnier hace creíble a su personaje. Benoît Magimel le da un poco de humanidad al psicópata que interpreta. Y François Berléand compone a otro de sus viejos verdes. Afortunadamente las escenas de juicio se resuelven en un noticiero con las fotitos de los involucrados, ni un testimonio. Chabrol ha sabido darle una vitalidad a la última parte de su obra.