Bellamy (2009)

Policial en el que un detective de vacaciones con su familia se involucra en el caso de un agente de seguros que fingió su muerte en Nîmes. El gran atractivo de la película es la presencia, la actuación y el personaje de Gérard Depardieu, en su primera colaboración con Claude Chabrol y en uno de los mejores trabajos de su carrera. Porque la trama policial está al borde de la caricatura, el retrato de la pequeña comunidad queda interrumpido y a la historia familiar le faltan condimentos. Bellamy tal vez sea una de las más flojas de Chabrol de los últimos años. Igualmente es en los pequeños detalles (la forma en que los personajes decoran sus departamentos, las miradas cansinas del protagonista a su hermano, las piernas de Marie Bunel durante la cena de amigos), siempre expuestos casi al pasar, que Chabrol da sentido a la historia. Y deja ver por detrás las cuestiones que rara vez salen a luz: la conflictiva y violenta relación con el hermano, los celos y desconfianza hacia la esposa y el vacío existencial y la resignación del protagonista. Pero esta vez la inclusión de los flashbacks resulta inoportuna, el triple papel de Jacques Gamblin es poco convincente, el aporte de los secundarios queda disminuido y el sentido del humor y la sátira tienen poco vuelo. Por lo que resultado está lejos de ser óptimo. Claude Chabrol transita los últimos años de su carrera con la seguridad del artesano que conoce su oficio, cada vez más alejado de las pretensiones de autor.