Horrorvision (2001)

Cuento de terror en el que un diseñador web descubre un sitio de Internet que asesina a sus visitantes en Los Angeles. El debutante Danny Draven hacen un vibrante, apocalíptico y original cuento de terror y fantasía, políticamente incorrecto y mucho más inteligente de lo que aparenta. Para ser un producto de Full Moon, formalmente sorprende por la fotografía en video colorida y nítida, por la banda sonora con canciones de bandas de rock underground y por los efectos especiales modestos, pero efectivos. Pero la película también conecta con algunos horrores más reales (el abuso de la tecnología, el miedo a la pereza y al fracaso, la drogadicción, la pobreza) que expanden el alcance de la propuesta y ayudan a definir los personajes. El resultado no está tan lejos de dos obras maestras del cine de terror japonés contemporáneo como Audition (1999), de la que toma la escena de la pesadilla falsa, y Kairo (2001), con la que comparte algunos temas. Si bien la amenaza tecnológica de Internet necesita de algunos elementos visuales estandarizados para manifestarse: cables que se agitan como tentáculos, bolas voladoras que recuerdan a Phantasm (1979), un web master que se esconde en un edificio abandonado y el monstruo cibernético que aparece al final, no está mal intentarlo. La resolución en el desierto puede parecer un poco abrupta y carente de desarrollo, pero es absolutamente coherente con el planteo. Tal vez el mejor film salido de las productoras de Charles Band (Full Moon o Empire Pictures) desde la época de Stuart Gordon. Draven se suma a la nueva sangre del cine de terror americano de clase B (Mike Mendez, Dave Parker o Gary Jones).