Comedia musical en la que la banda de rock & roll The Monkees aparece en una colección de escenas delirantes y psicodélicas. La película resulta sorprendente desde lo visual (algunos recursos recuerdan a la nouvelle vague, otros anticipan el video clip). Pero también por la imprevisibilidad del humor (el tanque en el desierto, la aspiradora, la fábrica), por la forma en que desmitifica la imagen de los miembros de la banda (en constante estado de irritación), por la autoconciencia que tienen los propios integrantes (“somos una imagen manufacturada”) y por las ácidas referencias a la guerra de Vietnam.