Goodbye Dragon Inn (2003)

Comedia dramática en la que unos pocos espectadores asisten a la última función de un cine a punto de cerrar en Taipei. Tsai Ming-liang utiliza sus marcas de estilo (los planos fijos y largos, la ausencia de diálogos) con una intención humorística que igualmente no alivia el dolor de lo que muestra. En el film se cuelan sugerentes reflexiones sobre el cine: ya sea en su rol social (las salas que quedan olvidadas en favor de los complejos), en las imágenes y los sonidos que Tsai jamás usaría (en la sala se proyecta una película de artes marciales) o en la soledad del larguísimo plano de la sala vacía (da la sensación de que el director abandonó la película).