Cuento de terror en el cual cinco amigos se reúnen en una cabina en el bosque y accidentalmente convocan una presencia demoníaca que toma posesión de cada uno de ellos en Michigan. Remake de The Evil Dead (1981). Durante mucho tiempo se especuló sobre la realización de este remake, sobre la participación del propio Raimi como director, o bien, sobre la posibilidad de continuar la saga con un cuarto capítulo. Pero finalmente parece que la decisión de confiarle el film a un debutante fue acertada. Fede Álvarez consigue lo que la gran mayoría de los directores noveles ha intentado (pero muy pocos conseguido) en el cine de terror de los últimos treinta años: combinar estilo e intensidad. La forma impresionista e intuitiva con la que Álvarez prolonga, dilata, destruye el tiempo en las escenas de enfrentamiento, de muertes y de asesinatos resulta ejemplar. La impronta visual de Dario Argento es el claro referente. El plano de la protagonista convertida en demonio que ríe sola en el sótano ante la desesperación de las víctimas en la planta baja es uno de las imágenes más aterradoras del cine de la década de 2010. En su ópera prima, Álvarez por momentos remite a los grandes en serio del género fantástico (Browning, Tourneur y Bava). De la ola de remakes (innecesarios) de films de terror de la décadas de 1970 y 1980, este es por lejos el mejor.