Caballito criollo (1953)

Drama en el que el nieto de un estanciero empobrecido se convierte en jugador de polo y exportador de caballos criollos en la provincia de Buenos Aires durante la primera mitad del siglo XX. La película tiene algunas bellas escenas evocativas en la playa al principio, pero el arco narrativo que cubre es demasiado amplio (temporal y geográficamente) para los escasos recursos disponibles. Muiño interpreta a otro de sus queribles viejos cascarrabias, aunque su personaje no hace muchos méritos más que cuidar a los caballos y el enfrentamiento con su nieto está expuesto con torpeza. La resolución tiene que conformarse como clímax con un partido de polo en Palermo.