A Star Is Born (2018)

Drama en el que un guitarrista alcohólico toma como protegida a una cantante en Los Angeles. Nueva versión del libreto de A Star Is Born (1937). Ya desde la primera escena, la diferencia de edad y talentos no es el tema. Lo que es difícil es la contención que realiza la pareja protagonista en sus roles. Obviamente Lady Gaga está más expuesta que Cooper, cada vez más desagradable. Pero esa fue siempre la idea de la trama original. Claro que parece que Stefani Germanotta está hace una eternidad y la historia se repite a sí misma. Así podemos seguir hasta el infinito. Bradley Cooper hace lo que mejor hace, de payaso, y el juego es llevado hasta el límite. Con un par de momentos de realismo emotivo casi alucinado e inspirados (el primer encuentro, la boda), el film amaga invertir el sueño, pero todo termina como siempre. La variación cromática de Vincente Minnelli no es el sueño del otro, sino el de la fama, y con los flashes digitales corregidos es fácil conseguirlo. La aparente ferocidad de una deviene heroísmo personal del otro. El fenómeno del falso documental (o punto de vista subjetivo de la cámara) tardó en llegar al musical y al mainstream, La La Land (2016) se quedaba a medio camino, pero al menos llegó.