Policial de acción en el que una pandilla femenina de motociclistas aterroriza un pueblo de Florida. El film es lo más cerca que H.G. Lewis pudo estar de Russ Meyer y de John Waters, pese a las abismales diferencias con esos dos directores. El principal problema de su cine es la cobardía. Sus películas parten de premisas contraculturales, pero con la negación de la realidad, el sustrato reaccionario y la incapacidad para mostrar, la construcción del otro y la diferencia se hacen imposibles.