Film de episodios de terror que transcurren durante Halloween en un pueblo de California. Una apuesta más convencional dentro del revival de las antologías de terror. El film no tiene la estética casera de V/H/S (2012) ni el eclecticismo de The ABC of Death (2012). Apuesta por ese terror festivo, al borde de lo infantil, propio de algunos films de la década de 1980. La escasa duración de los segmentos (diez en total en apenas 90 minutos de duración) no da mucho margen de maniobra y es algo que se siente particularmente en Ding Dong y This Means Wars, los episodios que tratan de hacer un mínimo retrato de personajes, o en Grim Grinning Ghost y The Ransom of Rusty Rex, que telegrafían sus giros finales. Otros se sienten más cómodos con el planteo directo y los excesos gore (Sweet Tooth, Trick, Friday the 31th). Pero otros quedan presos de sus planteos infantiles (The Night Billy Raised Hell, The Weak and the Wicked). Bad Seed resume de alguna manera las virtudes y defectos de todos los episodios. La selección de realizadores es atractiva. Tenemos un joven maestro del terror que trata de ponerse al día (Lucky McGee), un par de miembros del splatt pack ya alejados de sus sangrientos inicios (Bousman y Marshall), un par de desvergonzados cultores de la serie B con obra dispersa (Parker y Mendez), el siempre imprevisible y reivindicable Adam Gierasch, el novelista John Skipp y el hijo de Lalo Schifrin, director de la simpática Abominable (2006). Sólo Solet, autor de la sobrevalorada Grace (2009) y Carolyn (la esposa de Marshall) dejan un poco que desear. No es una selección tan internacionalista como la de The ABC of Death, ni tan joven como la de V/H/S. Estos directores tienen más tendencia hacia el mainstream y experiencia en el género, pero todavía cuentan con una obra escasa (sólo Bousman tiene más de cinco films realizados).
Sweet Tooth (Dave Parker): Una niñera le cuenta al chico que cuida la leyenda de un niño asesino caníbal que mató a sus padres durante Halloween. Parker hace un buen uso de los primeros planos (incluso tomando escenas de la televisión que pasa Night of the Living Dead (1968)) y establece el tono de los segmentos. Pero el tamaño de la minifalda de la niñera es proporcional a la seriedad de la propuesta.
The Night Billy Raised Hell (Darren Lynn Bousman): Un demonio captura a un niño que lanzó huevos a su casa y sale a causar terror al pueblo acompañado por un enano. Bousman se divierte con el tono circense de sus musicales de terror. Y su montaje acelerado se ajusta a la corta duración del episodio.
Trick (Adam Gierasch): Un grupo de niños atacan a unos amigos adultos reunidos en una casa. Gierasch toma la premisa de Peopletoys (1974) y va directo al hueso desde el comienzo. Pero un confusos montaje y cambios del punto de vista arruinan el remate.
The Weak and the Wicked (Paul Solet): Un joven se venga de una pandilla invocando a un demonio. Sin duda el peor episodio de la antología por las poses artificiales que asumen los personajes y la falta de variantes en su planteo.
Grim Grinning Ghost (Axelle Carolyn): Una joven vuelve a su casa y es perseguida por un fantasma. Tal vez el episodio más convencional del film en el sentido de que carece del espíritu festivo de los otros, Carolyn hace un buen trabajo de contención y sugerencia para reservarse un gran susto para final. Se beneficia de la belleza de su protagonista, Alex Essoe.
Ding Dong (Lucky McGee): Un hombre trata de detener a su esposa bruja. El episodio más raro del conjunto pese a que en ningún momento logra conectar con los personajes y su extraño diseño visual.
This Mean War (Andrew Kasch & John Skipp): Dos vecinos se pelean por la casa mejor decorada para Halloween. El novelista John Skipp aporta la mejor premisa de los segmentos, pero la escasa duración no le permite desarrollar ni los personajes ni la situación.
Friday the 31st (Mike Mendez): Un asesino serial deforme persigue a una chica y se encuentra con un extraterrestre. Mendez hace el mejor episodio del film al llevar la situación al extremo gore con un toque de humor slapstick.
The Ransom of Rusty Rex (Ryan Schifrin): Dos criminales secuestran al hijo monstruoso de un millonario. El episodio se agota pronto por la previsibilidad de su giro.
Bad Seed (Neil Marshall): Una policía investiga los crímenes de una calabaza asesina. Tal vez la propuesta más representativo del film: delirante en su concepción más allá de la seriedad con que se toma la premisa. Marshall incluye un personaje femenino fuerte para justificar su marca autoral.