Thriller en el que un detective es contratado para buscar a un convicto que se escapó de prisión por un asesinato que no cometió en Londres. Fisher acentúa la sombra expresionista de la puesta en escena en los claroscuros de las persianas y en los decorados repletos de estrías. La historia se construye a través de pistas falsas al mejor estilo de Fritz Lang. Pero el film se termina diluyendo a causa de demasiados personajes intrascendentes y de la importancia de la visualización de un evento pasado.