Melodrama en el que una mujer queda bajo sospecha de infidelidad cuando uno de sus hijos recibe una herencia de un amigo de la familia en la ciudad de México. Buñuel adapta Pierre et Jean (1887) de Maupassant, pero ni su aptitud para el naturalismo impide que él mismo lo considere el peor film de su carrera. Es que al mostrar lo que ocurrió en el pasado (apenas referido en la novela) se corre el centro narrativo del relato y la película queda en territorio de nadie. Los críticos anglosajones no tienen tan baja estima del film, tal vez porque no detectan lo forzado de los diálogos y de las actuaciones.