Un conte de Noël (2008)

Comedia dramática en el que una familia se reúne durante las navidades mientras la madre necesita un trasplante de médula en Roubaix. Desplechin despliega su arsenal de recursos narrativos y visuales (la división en capítulos, el constante uso de la música, los zooms, los jump cuts, el iris) para potenciar la carga emocional y la turbulencia del relato. Por momentos recuerda las inquietudes de Paul Thomas Anderson en Magnolia (1999) y de Wes Anderson en The Royal Tenenbaums (2001). Y realmente está a la altura de esos referentes. El film logra mantener la cordura por su extraordinaria capacidad para el detalle, por la mirada desdramatizadora hacia la muerte y por la irreverente inclusión del humor. Los personajes resultan tan reales como auténticos. Claro que cuenta con el gran apoyo de los actores. Catherine Deneuve interpreta a la madre y establece la conexión con la nouvelle vague, Jean-Paul Roussillon es el patriarca conciliador, Mathieu Amalric, como siempre desmadrado y pasado de vueltas, Chiara Mastroianni con su habitual fragilidad y Emmanuelle Devos aporta carnalidad y humor ácido. En conjunto, dan cuerpo a unos personajes y relaciones complejas. Si por momentos el film parece regodearse en los secretos, los traumas, la oscuridad y la vileza, Desplechin es sabedor que el espectador no es tonto y no necesita manipulación. Así, en la casa familiar se reúnen los recuerdos, las fotos, los pasillos y las habitaciones y el lugar se convierte en el santuario de una historia viva. Desplechin forma un grupo (con Honoré y Bonello) renovador de un cine francés todavía moderno y efervescente.