Film de episodios en el que los visitantes de un estudio de filmación de Hollywood quedan atrapados en una casa encantada y cuentan historias de terror en las que se vieron envueltos. El rescate de algunos directores de culto marginados por la industria en los últimos años es el principal atractivo de esta antología que, más que convertirse en un festival de sustos, busca cierta originalidad en el planteo de las historias que incluyen algunos apuntes macabros, una pizca de erotismo y referencias al cine de género de terror europeo y asiático.
Wraparound (Joe Dante): A Dante le toca el casi siempre ingrato episodio unificador de las historias, pero aun así su segmento es uno de los mejores. El excelente trabajo de los actores, el provecho que saca de la ambientación y de la iluminación (con clara inspiración en Mario Bava) y el giro fantástico de la resolución logran sostener la propuesta.
The Girl with the Golden Breast (Ken Russell): Russell hace su típico aporte extravagante y delirante, aunque cierta condescendencia hacia el personaje principal le impide ser un episodio más logrado.
Jibaku (Sean S. Cunningham): La cuota exótica y cuasi experimental la da Cunningham con una historia ambientada en Japón que incluye escenas de necrofilia e imágenes de animación.
Stanley’s Girlfriend (Monte Hellman): Hellman hace una especie de biografía apócrifa sobrenatural de Stanley Kubrick, pero falla por el innecesario didactismo que le imprime y por el pretencioso tono de las actuaciones. Si bien resuelve con eficacia la naturaleza fantástica del relato al preferir la sugerencia y la contención, la revelación final carece de impacto.
My Twin, the Worm (John Gaeta): La cuota de gore viene en el último episodio, aunque lo más horroroso del concepto proviene de la simple idea de que una lombriz gigante comparte el cuerpo de una niña durante toda la historia. Las bellas imágenes de los atardeceres tratan de compensar el intrusivo uso de la voz en off.