Comedia policial en la que un profesor de literature propone intercambiar asesinatos con uno de sus alumnos en Los Angeles. Variación del tema de Strangers on a Train (1951). La pirotecnia visual cortesía de la fotografía de Barry Sonnenfeld eleva las expectativas por un crimen mucho más cruel que el del modelo original. Tal vez le falte al final un poco de pimienta para ser una verdadera comedia negra, pero las pocas pretensiones del producto invitan a la simpatía.