Strangers on a Train (1951)

Thriller en el que un tenista que busca el divorcio conoce en un tren a un psicópata que le propone intercambiar asesinatos de personas que se quieren sacar de encima en Washington DC. Adaptación de la novela de Patricia Highsmith. La película mantiene el atractivo en todo momento. Desde el comienzo con los planos de los pies de los personajes hasta el clímax en un carrusel fuera de control. Los cambios respecto a la novela de Highsmith (en especial la supresión del segundo asesinato) no afectan el resultado final porque Alfred Hitchcock de hecho planifica cómo hubiera sido la secuencia en cuestión pese a que su personaje no pretende cometer el crimen (semejante giro de la trama le hubiera costado una indagación psicológica que no tiene lugar en su cine). La escena de acoso del primer asesinato en el parque de diversiones está resuelta casi como una seducción. Y ese plano de la tribuna durante un partido de tenis en el que el asesino mantiene su mirada sobre el protagonista mientras el resto de los espectadores sigue la pelota es representativa de la imagen mental.