Biopic del delincuente Salvatore Giuliano asesinado en Sicilia en 1950. Adaptación del libro de Mario Puzzo. Hay dos hándicaps insalvables: Christopher Lambert disminuye su personaje a la mera caricatura y los diálogos en inglés hablando italiano hacen imposible el idioma. Ni el grandilocuente estilo visual de Cimino ni el aliento trágico de la historia verdadera de Giuliano pueden dar vida a un film pensado como un mero spin off de la saga inciada con The Godfather (1972).