Drama en el que tres paquistaníes son capturados en Afganistán y llevados a la cárcel de Guantánamo. Dos de las vertientes del cine de Winterbottom son el cine político y el cruce de la ficción con el documental. En The Road to Guantanamo las une y el resultado es sorprendente. Esta vez aprendió del acto fallido de Welcome to Sarajevo (1997) y asume una postura política mucho más definida. Se puede objetar que los testimonios de los actores reales sólo apoyan las imágenes (aunque es una voz que no se escucha en los noticieros del prime time), que hay cierta pretensión de verdad inobjetable (aunque el cine nunca deja de ser una representación) y que el cruce de ficción y documental haya tenido mejores exponentes (aunque el episodio final resulta inobjetable). Lo que no se puede objetar es el materialismo cinematográfico con que Winterbottom filma los hechos y les otorga sentido. Los prisioneros se convierten en un eslabón más de la cadena de la industria bélica, materia prima del abuso del poder, y los traslados suponen un camino de “mejoramiento” hasta la reinserción social. La película es una obra poderosa y contundente que supone el reverso inteligente a films como United 93 (2006) y World Trade Center (2006).
