Drama en el que un soldado se enamora de una gitana en Sevilla a principios del siglo XIX. Rita Hayworth y Glenn Ford repiten con Charles Vidor en un film que de alguna manera continua la misma dinámica de pareja que Gilda (1946). La película no es un musical, pero cada tanto, Hayworth hace unos numeritos de baile. El problema con las adaptaciones cinematográficas del cuento de Mérimée es que la debilidad del personaje del soldado (Ford) quedan más expuestas. En el recuerdo: las batallas cuerpo a cuerpo, la primera por el detalle del mango y el sable que se rozan contra la pierna, y la segunda, el enfrentamiento en la resolución casi operística de la corrida de toros.