The Limits of Control (2009)

Cuento de misterio en el que un hombre solitario debe llevar a cabo una misión secreta en España. Jarmusch se vuelve más abstracto y minimalista que nunca. Al mismo tiempo que muestra los paisajes urbanos y campestres de España con el filtro fascinante de la fotografía de Christopher Doyle. El resultado es fascinante. Ecos de Professione: reporter (1975) de Antonioni y del primer Wenders se cuelan por sus imágenes. El héroe encabeza una cruzada contra la seguridad, la tecnocracia, en favor del arte y la improvisación. La película se construye como una caja de resonancia, exactamente como los acordes de una guitarra acústica que continúan sonando en el interior de madera del instrumento (como bien señala uno de los personajes). A lo largo de la narración, las repeticiones crean musicalmente el relato en el vacío. El personaje principal casi no habla durante todo el relato. Son los secundarios con los que se encuentra quienes guían las pequeñas conversaciones (sobre arte, la bohemia, el cine, la música, la pintura) hacia el sentido. The Limits of Control es otro guiño cinéfilo contra la interpretación, pero Jim Jarmusch evita la indulgencia, la erudición y el reciclaje. Luego de su film más “comercial”, Broken Flowers (2005), realiza una pequeña obra maestra. A la espera entonces de su primera excursión en un terreno a priori completamente ajeno, el cuento de terror Only Lovers Left Alive (2013).