The Departed (2006)

Policial en el que un agente infiltrado en la mafia y un mafioso infiltrado en la policía quedan en medio de una lucha contra el crimen organizado en Boston. Scorsese vuelve a las calles y a la mafia, sin la profundidad y el realismo de antaño, pero con el sentido del espectáculo que caracteriza a su última etapa. Transforma su incursión en el género policial en un fascinante ejercicio de estilo a partir de una planificación simétrica y transparente, de un ritmo musical de los movimientos de cámara, de un montaje hiriente, de unas violentas irrupciones de la música y de una fotografía que no por luminosa es esclarecedora sobre las intenciones de los personajes. Ni si quiera el insípido Matt Damon o el cansino triángulo amoroso pueden arruinar la propuesta. La representación de la violencia (repentina e imprevisible, no da tiempo para shockearse, estilizada pero no dilatada, casi bella, pero no celebrada) es uno de los secretos mejor guardados del cine de Scorsese. Las interpretaciones de DiCaprio y de Nicholson cumplen, pero son los secundarios (Alec Baldwin, Marc Wahlberg y Ray Winstone) los que se lucen. En la comparación con el film en que se basa, Infernal Affairs (2002), pierde por poco, pero hay que este entender que es un producto de Hollywood. Scorsese sigue corriendo. Tal vez lo mejor de su obra ya pasó, pero no da señales de fatiga.