Cuento de terror en el que una pareja recién casada va a parar a la casa de un arquitecto satanista en Hungría que es buscado por otro hombre que quiere vengarse. Tanto el cuento de Edgar A. Poe como los rostros de Karloff y Lugosi son utilizados como pretextos de prestigio para una historia de misterio, satanismo, necrofilia y venganza de deliciosa sordidez. Ulmer saca provecho de los decorados art nouveau, de un ajustado guión, de un ritmo imparable para hacer tal vez uno de los mejores films de terror de la década de 1930, aunque no tan popular como los de los monstruos clásicos de la Universal.