Cuento de terror y ciencia ficción en el que un científico experimenta con químicos y se convierte en un monstruo en un pantano de South Carolina. Craven acierta al imprimirle un tono irreverente y un ritmo imparable al relato que combina todos los géneros imaginables (terror, ciencia ficción, comedia, suspenso, aventura). Pero se excede en las secuencias de acción y la apariencia del monstruo es bastante floja. Por lo que el producto queda sólo como una curiosidad.