Stay Hungry (1976)

Comedia dramática en la que un millonario debe comprar un gimnasio para un proyecto de construcción en Birmingham, Alabama. La película de alguna forma anticipa el cine de yuppies de la década de 1980, aunque todavía conserva cierta rebeldía de la década de 1970. Rafelson tiene la habilidad de desviarse de la historia principal y complementarla con otras igual de atractivas como el torneo de fisicoculturismo, el estado emocional del protagonista, el choque con las tradiciones familiares y las perversiones del dueño del gimnasio. El problema es que se desentiende demasiado y el film pierde los apuntes sobre la hipocresía del negocio.