Cuento de misterio en el que una joven de vacaciones pierde a su hermano y nadie parece haberlo visto en Paris en 1889. El film sigue más de cerca la historia (o leyenda urbana) que inspiró a The Lady Vanishes (1938). Pero no pasa de ser una versión amanerada de Frantic (1988). La película acierta en el planteo directo del misterio y en algunos momentos de suspenso, pero nunca recurre a la ambigüedad fantástica, la protagonista de a poco se vuelve insoportable y la resolución no puede ser más que decepcionante.