Si j’étais un espion (1967)

Policial en el que un médico es acosado por un agente secreto para conseguir la dirección de un paciente suyo mafioso en Paris. Bertrand Blier hace un policial de espionaje realista con un personaje atípico, ambiguo y esquivo. En el camino agrega otro personaje que, pese a sus motivos ocultos, resulta más simpático. Pero la simplicidad de la historia, la fotografía en blanco y negro y el minimalismo de la puesta en escena no impiden que por momentos el film desprenda cierta sensación de pesadilla kafkiana. Tal vez la película se estanca un poco narrativamente desde el momento que los dos protagonistas esperan en la casa el llamado del hombre buscado. Es que el personaje de la hija en peligro agrega poco a la historia.