Policial en el que una cantante de cabaret es sospechosa del asesinato de un empresario en Paris. Clouzot acentúa los marcados claroscuros de la fotografía en blanco y negro de las calles de Paris y el sentido del humor de los diálogos y del retrato del detective. Sin embargo, los personajes más molestos que desagradables y la resolución tan tramposa como conciliadora limitan la propuesta.