Comedia en la que unos adolescentes buscan vengarse del dueño de un cabaret que los echó en un pueblo de Florida en la década de 1950. Cuando el humor se construye en la burla (humillación sin crueldad), la redundancia (las bromas son explicadas) y la condescendencia (los propios personajes se ríen de sus chistes) no estamos en presencia de una comedia, sino de un simulacro de comedia. Pero si además los desnudos y el sexo son de una mojigatez alarmante y la película pretende bajar línea contra el antisemitismo y los padres golpeadores, el producto es execrable.