Peau d’âne (1970)

Cuento de hadas en el que una princesa se escapa de su reino vestida con piel de asno para evitar casarse con su padre en la Edad Media. Jacques Demy acentúa la fantasía de la historia con los caballos de colores y los extravagantes vestidos. Pero no pierde la inteligencia. Allí tenemos los visibles anacronismos y la escena de prueba del anillo. Su film conserva la fluidez y la simpleza de los cuentos de hadas que habilita en todo momento la aparición del placer de la narración y la belleza.