Secuela de Paris vu par… (1965) en la que una serie de episodios retratan distintos lugares de Paris. La película toma la misma idea del film de la década de 1960, pero los nombres convocados no tienen el mismo prestigio (en este caso se nota el abismo entre Akerman y Garrel y el resto de los directores), los episodios en sí no tienen mucho que mostrar sobre los lugares en que se basan y las historias naufragan en la intrascendencia.
J’ai faim, J’ai froid (Chantal Akerman): Tal vez el episodio no estaba pensado originalmente para este film (el título no hace referencia a ningún lugar), pero es uno de los mejores por la propuesta abiertamente lúdica de Akerman en cuanto a la planificación, las actuaciones y los diálogos.
Place Clichy (Bernard Dubois): No hay plaza Clichy en este episodio, sólo un texto leído en un programa de radio sobre el lugar. El resto, una historia de amor entre un adolescente y una mujer mayor, está rodado televisivamente (sensación que se refuerza por ser el episodio siguiente a Akerman).
Rue Fontaine (Philippe Garrel): Garrel utiliza la actuación siempre fascinante de Jean Pierre Léaud para narrar una mini historia de amor que termina mal, muy mal.
Rue du Bac (Frédéric Mitterrand): La voz en off trata de acercarse al terreno de Marguerite Duras, pero las imágenes y el texto tratan de abarcar demasiado.
Paris-Plage (Vincent Nordon): El episodio más breve y ciertamente incompresible del film, pese a la belleza de la ambientación (una pileta cubierta donde se celebra una boda).
Canal Saint-Martin (Philippe Venault): Un melodrama duro y realista que sólo sale a flote por la belleza de su protagonista.