Policial negro en el que un periodista recién salido de la cárcel intenta montar un falso secuestro en Florida. El film acierta en el sentido del humor absurdo de algunas situaciones (como cuando el protagonista comunica a la prensa sus propios actos) y en la progresión dramática del relato, cada vez más enredado. Hay referencias a Blood and Wine (1996), por la corrupción y el sol de Florida, a Fargo (1996), por los secuestradores ineptos, y a los films de David Mamet por el juego de engaño y los giros constantes. La única falla es la resolución que explica todo y recurre a la policía para salvar la situación.
