No Trace (1950)

Policial en el que un escritor de novelas policiales es acosado por un chantajista a causa de un secreto del pasado en Londres. John Gilling trata de jugar con el mito de Jekyll y Hyde y con cierta idea del crimen de Hitchcock, pero la trama depende de los diálogos y la puesta en escena es muy estática. Aun así, las actuaciones tienen la típica corrección british y el guión es lo suficientemente inteligente como para sugerir antes que mostrar. Por lo que el film es un modesto pero efectivo producto de género.