Versión paralela de L’eden et après (1970) en la que los estudiantes son nuevamente transportados al desierto de Túnez. Estrenada para la televisión francesa un año después con un montaje diferente y escenas descartadas. El experimento de Robbe-Grillet no pasa de la simple curiosidad. El nuevo ordenamiento de las escenas quita la poca coherencia argumental que tenía el original y se queda en un juego autorreferencial. Sólo de ratos se aprecia el poder visual de la película. El resultado está más cerca de la alucinación que del cuento de terror.