Comedia romántica filmada por un grupo de jóvenes cineastas alemanes (que luego tendrían una extensa carrera en Hollywood) que sigue a un grupo de berlineses que arreglan una cita doble durante un domingo. El film luce adelantado a su época, pero más cerca del espíritu de la nouvelle vague que del neorrealismo, pese a plantearse como un film con actores no profesionales que retrata a personas reales. Se destaca ya la huella de Billy Wilder en el guión, el extraordinario trabajo de cámara y la planificación estilizada que, como decía Truffaut, hace más bella a las películas que a la vida real.