Drama en el que un joven se enamora perdidamente de un inmigrante mejicano en Portland. Los films de Van Sant por lo general son más atractivos por sus temas y por sus personajes que por su puesta en escena y su filiaciones cinéfilas, pero este puede ser una excepción. En este caso el acercamiento a los cuerpos, la fotografía en blanco y negro que recuerda un poco a los films de clase B de la década de 1950 y las reminiscencias al primer Godard y a L’avventura (1960) se adaptan con absoluta coherencia a esta historia de amor no correspondido en el marco del entumecimiento de la juventud de la década de 1980.