Comedia en la que un carterista es reclutado por un aspirante a mago y viajan a Las Vegas. Luego de la buena recepción de SLC Punk! (1998) Merendino sigue en la comedia, ahora con un modelo más clásico y cierta dinámica screwball. A partir del asumido artificio de la puesta en escena (ya desde la secuencia de créditos, los decorados y los colores), el retrato de personajes extravagantes, la simpleza profundidad de campo, el aprendizaje en la formación del grupo, los diálogos y las situaciones que se superponen, pequeños detalles anacrónicos y de la estética retro de los carteles de las ciudades es capaz de crear la ilusión sin forzar el argumento. Y desprende cierto aire clásico (Hawks), moderno (Bava) o contemporáneo (Kaurismäki). Hasta llegar a una idea progresista de la recepción del público. De una comunidad amish pasa unos veteranos militares y de allí a un strip club. La resolución asume directamente la ilusión y lo inexplicable. Solamente algunas reservas empañan el resultado final como el personaje y la actuación de Til Schweiger que se agotan rápido o las innecesarias complicaciones del camino (el arresto y la fuga de la cárcel). Merendino es un director con talento y aspiraciones. Hasta ahora escondido en esforzados productos indie o de clase B.
