Liza (1972)

Historia de amor extraña y provocativa de un artista recluido en una isla con un perro y una chica que se escapa de un yate con amigos y reemplaza al perro. Las situaciones se prestan para la comedia (Catherine Deneuve comportándose como un perro, un avión nazi pintado de rosa), pero el enfoque está muy lejos de la risa y más cerca del sadomasoquismo y el amour fou. El film adquiere otra dimensión con los pasajes en París que incluyen una charla con un amigo en un café y una cena con la familia. Para Ferreri el cine erótico sirve para criticar las bases artificiales sobre las que se sostiene la sociedad.