Comedia dramática musical que narra las historias de amor de una madre y de su hija en Paris y Londres desde 1964 hasta 2007. Luego de un par de películas menores, Honoré trata de repetir y expandir la fórmula de Les chansons d’amour (2007) con un tono más oscuro, triste y melancólico. Uno está tentado a decir que esta vez la operación resulta fallida. Ya sea porque las canciones (y su inclusión) no son tan inspiradas, por la duración excesiva (140 minutos), porque el guión trata de abarcar demasiado y no saca mejor provecho de las escenas, porque por momentos más que a Jacques Demy recuerda a Claude Lelouch, porque el trasfondo histórico (que va de la invasión de los rusos a Praga en 1968 al atentado a las torres gemelas en 2001) sólo cumple un rol decorativo, porque las historias de amor en sí… bueno, se entiende. Pero también hay reconocer que son los riesgos de hacer un film como este. Y en el camino Honoré encuentra algunas soluciones ingeniosas y atractivas para presentar a sus personajes, algunos diálogos que transmiten autenticidad y una música (por fuera de las canciones) que resulta oportuna. Es poco, es cierto. Tal vez Honoré sobrestimó sus capacidades y se encontró con la realidad.
