Leatherface (2017)

Cuento de terror en el que un grupo de jóvenes escapa de un psiquiátrico en Texas en 1965 y son perseguidos por un sheriff que busca venganza. Precuela de The Texas Chainsaw Massacre (1974). El debut de Bustillo y Maury en Hollywood se hizo esperar y aunque el film fue rodado en Bulgaria porque Lionsgate se hizo cargo de la saga a partir de Texas Chainsaw 3D (2013) puede decirse que valió la pena. El modelo seguramente es The Devil’s Rejects (2005), lo que tiene cierta lógica porque el film de Rob Zombi tenía como modelo al original de Tobe Hooper. Pero Bustillo y Maury son capaces de darle el toque francés. La ambientación en el bosque y algunos detalles de la puesta en escena nos llevan al terreno del cuento de hadas: ese plano detalle de la lágrima que sale del ojo de la chica durante la masacre en el bar, esa luna llena que se corta misteriosamente a la siguiente noche y rompe la continuidad temporal del relato. Es cierto que el público norteamericano es incapaz de apreciar esas sutilezas. Pero la anarquía narrativa es la norma que conduce el acción: doble prólogo, drama de internado psiquiátrico, fuga de delincuentes, violencia en todo momento, cierto misterio por ver cuál de los personajes es Leatherface, abultado body count, eliminación de los personajes, Grand Guignol en el final. Un único reclamo es que el personaje de la chica final no es demasiado fuerte (como testigo de la masacre no sirve, tampoco experimenta progresión alguna), pero el film no es un slasher convencional. El retraso de su estreno y la indeferencia de la taquilla no sorprenden a nadie.