La jeune fille assassinée (1974)

Policial erótico en el que un escritor investiga la muerte de una joven modelo para su próximo libro en Paris. Más allá de la estructura de flashbacks y de entrevistas, la excusa policial sobre la identidad del asesino y de que Roger Vadim crea que está diciendo algo sobre la época y los intelectuales, el film no pasa de un decadentismo post Ultimo tango a Parigi (1972) que bien puede entrar en la categoría de euro-trash-softcore. El lenguaje visual de Vadim ha decantado hacia la televisión con unos primeros planos chatos y unos cortes ponchados. Pero a decir verdad, nunca tuvo uno para empezar, así que no es una gran pérdida.