Comedia negra en la que cuatro amigos se juntan en una casa para comer hasta morir a las afueras de París. Uno de los films más escatológicos y desprejuiciados de todos los tiempos, sigue siendo tan perturbador como cuando se estrenó aunque no sea tan tremendista como experimentos similares de John Waters o Peter Greenaway. Ferrari (gracias a su guionista Rafael Azcona) a veces da la impresión que tiene más habilidad como guionista que como director. Pero su película es una sucesión de excesos que no da respiro.