Psycho thriller en el que un arquitecto casado con hijos es seducido y torturado por dos chicas que se presentan en la puerta de su casa en Los Angeles. Remake de Death Game (1977). Eli Roth rehace un oscuro film de la década de 1970 gracias al apoyo de un Keanu Reeves con ganas de ser torturado. Pese a mantenerse bastante fiel a la trama del original, la película funciona bastante mejor en su primera parte gracias a un mejor dibujo de los personajes y a tomarse un poco más de tiempo para establecer la situación (la charla de presentación en el living de la casa, la escena del baile cuando el protagonista pasa música como DJ). En la segunda parte se toma más licencias y Roth combina aciertos (el monólogo de Keanu Reeves, la frase del hijo cuando vuelve a casa) y errores (las acusaciones de pedófilo, la muerte accidental). En todo caso el tono del film está más cerca de la comedia que del horror.